viernes, 13 de marzo de 2009

EL OTRO LADO DE LA COLINA

Ésta es una entrada especial, pues cederé la pluma a Óscar para que nos ofrezca su visión de la batalla que jugamos hace un par de semanas y de la que ya dejé constancia en la Batalla Clásica.

Es una opción interesante, pues tras jugar una partida, normalmente reflexionamos sobre su curso desde el propio punto de vista, pero es más difícil obtener información del "enemigo".
Además, a veces puede pasar que el rival prefiera no descubrir sus cartas, pues no deja de ser información "reservada" que puede beneficiar al rival en futuros encuentros.

El historiador británico Sir Basil Liddel Hart escribió un libro tras la II GM titulado "El otro lado de la colina", se trata de una serie de entrevistas a generales alemanes donde obtiene esa visión que todo general quisiera tener durante la batalla.

Óscar, generosamente, nos ofrece su versión desde el otro lado de la colina.


Mi Orden de batalla.
La verdad es que presenté batalla sin un plan demasiado definido. Opté por una configuración de ejército muy clásica de 3 mandos con 2 legiones en el centro y Tropas auxiliares en los flancos. Como novedad probé a jugar con 1 mando aliado (que ya había probado en una partida anterior con buen resultado) y una unidad de artillería. Al contrario de lo que esperaba, La artillería realizó bastante bien su función pero el mando aliado no.



Mi plan.
Sabia que me enfrentaría a un bloque de picas muy consistente Así que decidí situar mis dos legiones en el centro muy cerca entre si para que pudieran apoyarse si se daba el caso intentar flaquear al enemigo con la caballería Ligera nómada de mi flanco izquierdo, El flanco derecho debía fijarse con mis Auxilia y Psilois sobre terreno difícil.

Mi despliegue.
Cometí el error de desplegar las legiones en dos líneas en lugar de hacerlo como un solo bloque la cual cosa propició que necesitar muchos Pips para llevarlas al combate. El resto del despliegue no tuvo mayor secreto. Como siempre, bueno como casi siempre, perdí en la tirada de agresividad con lo que delegue primero. Erwin, hábilmente, colocó sus Macedonios justo donde eran necesarios para llevar a cabo su plan.

La Batalla.
En términos generales Erwin ganó sin dificultad. En primera instancia yo achaqué gran parte de la culpa a que mis Aliados Númidas salieran indecisos, si bien es cierto que ello tuvo un peso importante en el desenlace de la batalla no sería justo pensar que fueron los responsables máximos de la derrota.

Como Erwin ha descrito, el choque de mi I legión contra su mando de caballeros y elefantes fue claramente dominado por él desde el principio. La verdad es que suponía que me toparía con elefantes pero cuando vi que desplegaba hasta 3 paquidermos sobre la mesa se me hizo un nudo la garganta. Mi II legión plantó un poco más de cara a su bloque de picas, aquí fue bastante interesante el papel que jugó mi elemento de artillería, que si bien no causó un gran número de bajas enemigas sí que retrasó bastante la llegada del bloque de picas de forma conjunta, De nuevo aquí pagué caro mi desconocimiento del reglamento, cuando Erwin me dijo que sus picas sumaban hasta un + 2 por 2ª y 3ª fila de apoyo trasero y un -1 para mí en su turno, por la 4ª fila, no me lo podía creer, incluso se lo pregunte a David, el cual obviamente lo ratificó, Así que no me quedaba otra que aguantar el tipo en su turno e intentar liquidarlo en el suyo.

El desenlace ya lo conocéis, más allá del resultado he de decir que fue una batallas en que mejor me lo pase. Espero jugar la revancha pronto.

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